domingo, 16 de julio de 2006

GRACIAS MADRE

A veces siento que Tú has estado ahí, dentro de mi corazón toda la vida. Hoy me siento llena de gozo por haber estado ante Ti, ayudando a mis hermanos a prepararlo todo para tu gran día y para los cultos que te ofrecemos.

Aún siento algo muy grande en el pecho, he sentido tu humanidad y tu apoyo como madre, tu cercanía en cada momento de nuestras vidas, hasta tu escucha atenta ante todo lo que te diga y tu comprensión…Porque mirando tu imagen siento que siempre estás y vas a estar ahí, queriéndome y guiándome desde mi corazón; y desde fuera cuidando de mí, pase lo que pase, haga lo que haga.



Hoy, sólo podía decirte una palabra: “GRACIAS”. Gracias por todo, por estos últimos meses en los que he encontrado grandes amigos y me he dado cuenta de los que realmente lo son; en los que he descubierto que la amistad existe, la verdadera amistad. Y es algo tan grande… que sólo por eso no me cansaré de darte las gracias.

Tú sabes que nunca te pido por mí, siempre lo hago por los míos y sus familias, para que sigan adelante y sean felices, con o sin mí; además también te pido por la gente que he dejado atrás o que han significado mucho para mí y también para que sean felices viviendo el día a día.

Me has dado tanto este año… me has hecho muy feliz. Empecé hace unos meses con malos momentos, en los que, casi sin quererlo, me fui acercando a Ti. Y me di cuenta en seguida de que lo necesitaba tanto…

Pero, con Tu ayuda y apoyo, ofreciéndome buenos momentos, fuiste llenando mi vida, haciéndome cada vez más feliz y reavivando algo que, dentro de mí, estaba bastante apagado: la llama de la Fe.

Siempre estaré agradecida por lo que haces por todos nosotros, y desde ese agradecimiento, junto con mis compañeros y compañeras del coro, te ofrecemos cada sábado, y en especial en estos días, nuestros cantos. Puede que no sean las mejores voces ni la ofrenda más adecuada, pero son cantos desde el corazón. Desde nuestros corazones llenos de vida y amor, gracias a Ti.

Virgen del Carmen guapa, madre, amiga… Tú que nos escuchas, atiendes y ayudas, que llenas nuestros corazones y nos guías… Reina y Madre…

Las calles de Almería te esperan ansiosas, nuestros ojos se empiezan a inundar por sentir tu presencia, por sentirte tan cercana, tan dentro. Por sentirnos, especialmente en estos días, tan llenos de Ti.

Gracias, Reina y Madre, por todo.


María José López Sánchez
Hermana de la Hermandad