domingo, 16 de julio de 2006

COMUNICADO A LA REVISTA VIRGEN DEL CARMEN DE LAS HUERTAS EN EL II CENTENARIO DEL PATRONAZGO DE LA VIRGEN DEL MAR SOBRE ALMERIA


En primer lugar, quiero manifestar mi agradecimiento por permitirme colaborar en vuestra revista, lo que para mí, es un honor, en este año que celebramos el segundo centenario del Patronazgo de nuestra Madre la Santísima Virgen del Mar sobre Almería.

En Almería, desde que en Diciembre de 1502, el torrero Andrés de Jaén divisara en el horizonte algo que brillaba y al llegar a la playa viera la Imagen de la Virgen que venia del mar, los almerienses la veneraron con gran devoción y los Padres Dominicos el día primero de Enero de 1503 la pusieron en el altar principal de la Iglesia Conventual de Santo Domingo sustituyendo a la que presidía de la Virgen del Rosario, la Virgen del Mar reconocida por todos los almerienses como protectora de la ciudad, tan afectada por terremotos y epidemias, de lo que la Virgen libraba, de tal forma fue calando la devoción de la Virgen del Mar, que era proclamada y venerada como Patrona de Almería, la Imagen de Santa María del Mar, era sacada en procesión, de rogativas a veces y otras de alabanza, a petición del pueblo y los regidores de la Ciudad.

Teniendo en cuenta, la devoción y petición de los almerienses, el Excmo. Ayuntamiento, en pleno extraordinario de fecha 16 de Febrero de 1805, la nombra como Patrona de la Ciudad, junto a esta petición la de Huercal y Viator, fueron elevadas a Roma y el día 20 de Mayo de 1806, fue proclamada por S.S. Pío VII, con breve pontificio cursado en la Basílica de Santa Maria la Mayor, fue otorgado el nombramiento de Patrona de Almería, Huercal y Viator.

La fiesta principal de la Virgen se celebraba el día primero de Enero, con Misa Pontifical y procesión solemne, con el nombramiento de Patrona se mantuvo esta fiesta y en el año 1806, se celebró la primera procesión del Patronazgo el día 16 de Septiembre, con cultos durante los días 14,15 y 16 y en Agosto de 1807 comenzaron las fiestas patronales, que siguen celebrándose hasta nuestros días.

Nuestra Madre, en sus distintas advocaciones, medios para hacer sentirnos más cerca el amor que nos tiene, fruto de entrega y corredentora con su Hijo Jesús, nos ayude a sentirnos fuerte en los momentos débiles de nuestra vida, que sepamos acogernos al Escapulario de amor materno, que nos presenta, siendo fieles a nuestra fe y la doctrina de la Iglesia y practicando la caridad, que Santa María del Mar nos cubra con su manto.

Un abrazo para todos.

Elías García Amat
Hermano Mayor de la Hermandad de la Santísima Virgen del Mar